miércoles, 3 de noviembre de 2010

Jorge Manrique

Biografia:
Jorge Manrique de Lara y Figueroa nació en Paredes de Nava, (Palencia) , aunque también cabe la posibilidad de que naciese en Segura de la Sierra, (Jaén) , cabeza de la La misma indeterminación existe en torno a su infancia, que quizá transcurrió en Segura de la Sierra, y su juventud, hasta 1465, año en que un documento le cita por vez primera. Lo que es seguro es que asumió por completo la línea de actuación política y militar de su extensa familia castellana: como sus demás parientes, fue partidario de combatir a los musulmanes y participó en el levantamiento de los nobles contra Enrique IV siempre a favor de su primo, el infante don Alonso de Estúñiga, que aspiraba al priorato de San Juan; intervino en la victoria de Ajofrín y también jugó un papel en las intrigas y luchas en torno a la subida al trono de los Reyes Católicos, a favor de Isabel.
Su padre, Rodrigo Manrique, fue uno de los hombres más poderosos de su época y murió víctima de un cáncer que le desfiguró el rostro en 1476. Su madre murió cuando Manrique era un niño. Estudió Humanidades y las tareas propias de militar castellano. Su tío, Gómez Manrique, era también poeta eminente y autor dramático, y no faltaron en su familia otros hombres de armas y letras. La familia de los Manrique de Lara era una de las más antiguas familias nobles de España y poseía algunos de los títulos más importantes de Castilla, como el Ducado de Nájera, así como varios cargos eclesiásticos. Jorge Manrique se casó en 1470 con la joven hermana de su madrastra, doña Guiomar.

Las coplas de Jorge Manrique:
-Estructura y métrica:
En cuanto a su métrica, las Coplas están compuestas por cuarenta sextillas dobles de pie quebrado, formadas por pares de versos octosílabos cortados por un verso tetrasílabo, con la rima: 8a, 8b, 4c, 8a, 8b, 4c. Esta estrofa se llama manriqueña o de pie quebrado.
Se pueden distinguir tres partes:
  • 1ª parte (coplas I-XV):(Sobre la muerte) La primera parte, compuesta por las primeras quince coplas, es una serie de generalizaciones filosóficas. Se trata más de un sermón filosófico acerca de lo que debemos y no debemos hacer. Se caracteriza por la reflexión y las metáforas de la vida y de la muerte, de que está vida está para usarla como medio para la ascensión al cielo, y no para disfrutarla, así como por el uso de un “yo poético” en primera persona del plural que pretende  hacer sentir como nuestras las ideas que en el poema aparecen.
  • 2ª parte (coplas XVI-XXV): (sobre la gente que ya ha muerto, que ha pasado por este trance) Se da aquí una concreción de las cuestiones teóricas antes expresadas en ejemplos de la vida reciente. Aparece el ubi sunt, tópico medieval que caracteriza la segunda parte de las Coplas) con mucha frecuencia, siempre en forma de pregunta retórica («¿qué se hicieron?», «¿cuál se para?»).Por último, una característica interesante es que, como pretexto para concretar sus ideas, ajusta cuentas con los enemigos del padre, empleándolos como ejemplos de lo que no debe hacerse.
  • 3ª parte (coplas XXV-XL): (sobre su padre) Es la parte de las Coplas donde por primera vez aparece el padre, del que hasta entonces no habíamos oído hablar. Si antes aplicaba a ejemplos de la historia reciente las cuestiones generales propuestas en la primera parte, ahora las va a concretar en Rodrigo de Manrique, alabando cómo en todo momento cumplió con lo que se nos ha dicho que “debe hacerse” en las dos partes anteriores del poema. Dentro de esta tercera parte, podemos hacer una segunda división:
- Parte primera (3ª parte): De la copla XXV a la XXXIII. Consiste en un retrato de la vida del padre. El “yo poético” pasa a ser genérico. En estas coplas se ensalza al padre y a sus virtudes, haciendo hincapié en el hecho de que cumplió como el que más con los deberes del estamento al que pertenecía (nobleza) para tener derecho a la vida eterna. Estos deberes consistían en la lucha contra el infiel. Un hecho curioso de esta parte es que su última copla, la treinta y tres, acaba con una coma, no un punto.
- Parte segunda (3ª parte): Abarca desde la copla XXXIV hasta la última, la XL. Manrique cede el “yo poético” a diversos hablantes, la Muerte (que ensalzará al padre, para que las alabanzas a éste no sean siempre puestas en boca de Manrique), o su padre mismo. Nos muestra cómo Rodrigo de Manrique cumple con su deber de “morir bien”, y no oponerse a los designios divinos. Otra característica importantísima es la aparición de una “tercera vida”, la fama, idea fundamentalmente renacentista.

-Estilo:
Están escritas en un tono tranquilo, sobrio y sereno ya que su propósito es el equilíbrio, las coplas de pie quebrado recuerdan al ritmo funerario. El lenguje es claro y sencillo para poder expresar bien sus ideas. Las coplas son muy coherentes, conseguidas por medio de la continuidad en las imágenes y metáforas (vida--río, muerte-mar, partir-nacer, andar-vivir, llegar-morir).

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